Era semana octubre del 2012 día miércoles 10 de octubre después una romántica con sexo mi esposa me propuso ir la playa el siguiente día era jueves 11 de octubre la mire enserio, mañana no puedo amor primero tengo ir trabaja si vamos viernes todo el día en la playa.
-Que pares bien Mónica ella me miro diciendo esta bien…. El viernes, Mateo me dijo Mónica amor Hágame esto cojo el carro mañana jueves y le mando revisar con esta el carro de frenos, luces, aceite y el liquido frenos, llantas y le pongo gasolina al carro dejo full en todo para el viaje la playa mientras tu puedes lista las cosas que necesitas para playa entonces Mónica tienes la razón mateo.
-Al otro día jueves lleve el carro centro mecánica para que lo revirar fue horas el centro mecánica (nota: Mientras yo esta taller mi esposa misma hora esta comprado en una tienda Sex shop Adultos unos juguetes sexuales para el vienes) sin Aprovechando el (poco) solo que hizo, mi esposa me sugirió ir a la playa.
– Cuando llegue a mi apartamento jueves por la noche vi que su maleta playera ya estada lista, estuve mirado desde lejos un poco la maleta playera la vi muy grande para mi.
– El viernes por la mañana me pare bien temprano báñame mi esposa, no estada en la cama ya estada en baño, ella ya se estada duchase, ella sale y yo entro al baño cuando salir de baño a preparar mi ropa y vestirme. Mónica estada vestida se puso una braga de brasileña en color blanco que deja poco a la imaginación: Se ve claramente la forma de los labios, y trasparenta un poco al no tener forro. Encima se puso una minifalda de lycra negra, y una camiseta de tirantes blanca que dejaba bastante visibles sus pechos
-Yo me iba a poner mi bañador normal, pero ella se acercó y me dijo que tenía planeado algo especial para mí. Abrió su cesto de la ropa sucia sacó un tanga de hilo de ella. De color azul claro y me indicó que me lo pusiera. En serio le dijo: Si me respondió ella con la ayuda de ella la tenia puesta tanga de hilo de ella, Luego me trajo un pantalón corto blanco que dejaba ver claramente mi tanga, y una camiseta.
– Ella me dijo que hoy probaríamos una playa nueva. Directo a la Avenida playa. Me guió donde ésta el sitio durante una hora de viaje carretera, llegamos sitio dónde estada la playa con un aviso pequeño que decía parque natural tayrona y playas nudistas y aparcamos el coche en un camino a unos 1300m del mar. Nos bajamos y me pidió que me quitase la ropa y me quedase sólo con el tanga y las sandalias, lo hice y nos fuimos andando hasta la playa. Al ser una playa nudista pasé relativamente desapercibido, mientras estamos caminando abrazados de la cintura cogió el hilo de tanga jalo hacia atrás lo soltó varias veces mi teniendo morder pelvis así adelante ése momento me di cuenta varias mirada me observada a mi atrajo otras mirada distintas.
-Llegamos punto la playa nos paramos mi esposa comenzó a mira a todos los lados como si buscada algo especial cundo la vi hombre un poco lejos sin mucha gente alrededor puso feliz, estuvimos caminado dónde estada hombre en playa cuando llegamos dónde estada hombre lo saludo me di cuenta que ya se conocía tenia la razón que ya se conocían, lo saludo con un beso en la mejilla al el me lo presento Mateo que presentó Juan es un viejo amigo de mi y Colocamos las toallas en la arena, pocos metros de Juan , ella se quitó la falda y la camiseta y nos echamos a tomar el sol. Me pidió que le pusiera crema no-ad spf 45, así que me puse a untarla bien, en todo su cuerpo y admito (compañero o amigas) que me recree bastante en los pechos y las nalgas. Eso llamó un poco la atención al Juan cercano (el único que había, en realidad).
-Mi pareja entonces se puso a buscar algo dentro de la bolsa playera que llevábamos, y se en la postura de cuatro patas, separando ligeramente las piernas, y enseñando todo lo que el diminuto tanguita no podía tapar. El Juan estaba empalmado, nos mirada con una forma y ansiando disimular la erección porqué estaba desnudo los tres, y no cesaba de mirar a lo dos.
– Mi esposa me pidió entonces que me quitase mi tanga (no sin antes hacerme poner de pié y mostrar claramente al varón que era yo, que llevaba un tanga blanco claro de chica), y comenzó a ponerme crema solar a mi. Cuando hubo puesto crema en todo mi cuerpo, puso un chorro en su mano y empezó a untar mi polla adelante y atrás hasta mis bolas hasta que me empalmé yo también.
– Cuando ella terminó, se tumbo a mi lado y me quedé tumbado boca arriba con la polla levantada, y mirado Juan que también la tenia polla un poco empalmada de un tamaño de 25cm larga era un poco mas grande que la mi. Estuvimos así un buen rato tomando el sol y luego me puse de nuevo el tanga y nos fuimos a bañar.
-Dentro del agua mi esposa me dijo que la esperase, que volvía en un momento. Yo me quedé bañándome y la vi salir y ella estada hablar con Juan. Al cabo de un rato volvió hacía dónde yo estada el mar y me dijo: ¡ven!….. Vamos a follar, los tres y quiero que gocemos los tres como nunca
-Salimos del agua, se puso la camiseta (que con el agua quedó empapada), cogimos las cosas, y nos fuimos caminado en buscando un sitio donde estar las tres bien solas playas, unos metros vimos unas piedras muy grandes. Juan y yo nos pasamos todo el camino empalmados… Al llegar a las piedras me di cuenta que mi esposa ya tenía planes raros en su mente y parecía que había hablado algo más con Juan, ya que este no parecía excesivamente sorprendido la sorpresa para mi.
-Me ordenó que colocada las toallas arena cuando me estada arrodillarme, cosa que hice rápidamente, colocando toallas menos me preocupé, saco del bolso playero ágilmente unas cuerdas de seis metros de longitud bien largo, Se me monto encima de mi espada de sorpresa y cogiendo, mis manos y Con las cuerdas me ató de manos y de mis tobillos, de forma rápida que no podía mover ni piernas ni brazos. Una vez que estuve amarrado e indefenso, se puso frente a mí, casi encima, y sin quitarse el tanga empezó a mearme encima espada.
-Me dejó completamente empapado y yo, sin poder evitarlo sentía como el calor de su orina que me bajaba desde mi cabeza hasta mis piernas, convirtiendo la arena en arena debajo de mí. Acto seguido, se quitó el tanga empapado, me agarró por la barbilla, me abrió la boca y lo escurrió dentro de mi boca, y cuando no quedaba gota, me lo metió dentro a modo de mordaza. Para no pudiera grita. Sacado unas mordaza bola de goma en su bolso
-Para que no lo pudiera escupir, ató el otro alrededor de mi cabeza, pasando a través de mi boca, la bola goma y con el extremo más largo, lo hizo bajar desde mi nuca por la espalda, lo pasó a través de la raja de mi culo (pasando por dentro del tanga rosa), y lo pasó hacía delante junto a mi polla. Empezó a tirar de las cuerdas con fuerza, obligándome a echar la cabeza para atrás todo lo que podía, y cuando no podía más, forzándome a flexionar la espalda hacía atrás hasta el límite. En cada tirón notaba la cuerda rozando mi ano, que ya ardía. Saco del bolso unas pinzas, Dos para los pezones y dos pinzas para los labios pene. Unidas por una gruesa cadena metálica de 80cm. vez tuvo claro que no me iba a mover, ató el extremo alrededor mis pezones con dos pinzas y dos en la base de mi polla, y con una cuerda cogiendo la cadena con la cuerda me volvió a cubrir la polla con el tanga.
En esa posición tan incómoda e humillante (sobretodo delante de Juan) cualquier movimiento implicaba una dolorosa tensión de la cuerda tanto en la zona anal cómo en mi polla, y mis pezones para mayor humillación, tenía el tanga meado metido en la boca sin poder sacarlo. Me di cuenta que Juan se estaba masturbando mientras miraba la escena.
-Mi esposa, Mónica me empujó hasta que quedé tumbado de lado y con la cabeza encima del barro dónde había ido a parar su meada. Apretó mi cabeza con la mano contra el suelo para asegurarse que me empapaba bien, y se fue a buscar algo a su bolso. Dijo que era una lástima, que se había olvidado el plug en casa pero que tenía una idea: sacó un Consolador 13 cm con cinco ritmos le quitó el plástico, se lo metió en el coño un par de veces, y cuando estuvo bien húmedo, apartó mi tanga y me metió el Consolador 13 cm en mi ano dejando el parte del Consolador fuera.
-Se arrodilló delante de mí, y llamó Juan, al cual empezó a hacerle una mamada verga de Juan estada creciendo dentro la boca de mi esposa como sólo ella sabe mientras yo sólo podía mirar desde mi incómoda posición. Al poco rato sacó un condón del bolso, se lo puso verga Juan y se puso a 4 patas justo delante de mí. Me dijo: Que rico gozar varga de tiene un tamaño súper grande ¿no sabes cual es su tamaño mi amor es de 25 cm? Juan empezó a fallársela al momento. Desde mi posición, veía sus tetas balanceándose en cada empujón casi rozando cerca de mi cara, sus gemidos en mi oreja, y mirando más allá su monte de Venus recién rasurado y los huevos del Juan colgando y golpeándole el coño y las nalgas cada vez que se la metía.
Al rato mi esposa se giró, mamó un poco más Juan, se volvió a girar, y le pidió que se la metiera por el culo. Él no se lo pensó dos veces. Mi esposa pegó varios gritos al principio, pero luego sacó otro vibrador del bolso, se lo metió encendido en el coño, y empezó a moverse como una fiera. Con una mano agarraba el vibrador, y con la otra se apoyaba detrás de mi cabeza, agarrando el cordón, y pegándole un tirón involuntario cada vez que Juan le metía la polla. Ahora sus tetas, colgando por la posición, estaban ya encima de mi cara. Cada vez que Juan la embestía y tiraba de la cuerda sentía como el roce me hacía arder el ano y me apisonaba la polla y mis pezones. El ya ni lo notaba…
-Al final se corrieron ambos de forma bastante salvaje y ella gimiendo de forma poco aconsejable teniendo en cuenta el sitio sami-público. Cuando terminaron ella se dejó caer, quedando tumbada boca abajo y mitad encima de mí y se quedó así y con el vibrador a todo trapo dentro de su vagina durante un rato.
-Cuando se recuperó, me levantó y me puso otra vez de rodillas, me desató la mordaza bola de la cabeza (dejando las pinzas en mis pechos con el otro extremo atado a mis huevos) y me quitó el tanga meado de la boca. Se puso detrás de mí, me quitó Consolador 13 cm de culo, me lo puso delante para que lo viera bien y me dijo: este es tu premio por portarte bien, y acto seguido me lo metió en la boca en Consolador. Mientras me comía el Consolador acabado de salir de mi culo, le quitó el preservativo al chico y me lo vació secreción en la cabeza. Toda mi cara se llenó del semen todavía caliente que fue chorreando hasta el suelo.
-Después de vaciarme el preservativo encima, me quitó el Consolador, lo restregó por los restos de semen que había en mi cara y me lo volvió a meter en la boca.
Juan entonces le hizo una propuesta a mi esposa: cambiar el Consolador por su polla. A mi esposa parece que le gustó la idea. Se acercó, agarró la cuerda que sobresalía de mi tanga y que todavía tenía atado cadena con las pinzas, en la polla, y mis tetillas pegaron un tironcito, y me dijo que obedeciera. Me quitó el Consolador (ahora ya bien limpio), se lo puso en su boca, y le dijo Juan que se acercase.
-Yo seguía atado de rodillas, y me tenía literalmente agarrado de los huevos, así que cuando llegó Juan, sin que me dijeran nada, abrí la boca y dejé que me metiera la polla 25cm dentro de mi abertura. Justo se acababa de correr y todavía la tenía flácida, pero como no se había limpiado, estaba cubierta de restos de semen. Comencé lamiéndola por la base, y a medida que la iba dejando limpia, iba subiendo hacía el glande. Si me paraba, mi esposa saco del bolso un consolador de cintura con arnés de 22cm se lo puso y me comezón, a penetrar frente Juan, para que el pudiera ver mi cara cuando lo estaba penetrando y me estada sodomizó por mi orificio después enseguida me recordaba que tenía un cordón atado a mi polla pegándole un tirón mis pechos, a mi pene. Cuando le hube limpiado bien la polla, comencé a meterla y sacarla de mi boca a la vez que jugaba con mi lengua en el agujerito de la punta y dibujaba círculos con ella en el glande.
– Al poco rato noté que su polla Juan iba creciendo de tamaño y desprendía cada vez más calor, hasta que al final, el tuvo otra erección completa. Yo seguía mamando siendo cogió
– Por mi esposa con su consolador, en mi orificio tan rápido como podía, hasta que al final Juan ya no podía más y su eyaculación era inminente… me agarró por la cabeza, mi ame metió la polla todo lo adentro que pudo, y noté como se me llenaba la boca con su corrida.
-Estaba el semen tan caliente que parecía que quemaba, y fue tan abundante que se me salía por los lados y se desparramaba por mi cara… se esperó a que limpiase bien su polla con mi lengua y mi esposa se retiró el consolador un poco de mi orificio.
-Mi esposa me desató finalmente las manos de las piernas, y bajo amenaza de tirar de la cuerda atada la cadena con las pinzas a mi polla, me ordenó quitarme el tanga, colocarme en cuatro patas, con el culo en pompa y las piernas separadas. Le entrega la tanga y obedecí.
– Ella entregó la cuerda al Juan, me puso el tanga que me acababa de quitar en la boca (que después de tanta movida, estaba empapado de flujos varios), y se fue a buscar algo en la bolsa dónde llevábamos la comida. Volvió con un panecillo de tortilla y pepino de 25cm, de longitud con un líquido viscoso en la mano y dijo con ironía que era hora de comer. Con botella con un líquido viscoso tenía más o menos claro que iba a hacer pero… y el ¿panecillo? Hoy estoy cachondo… toca doble sesión de sexo para ti
-Mi esposa vino de nuevo hacía mi, que recordemos, estaba a cuatro patas, extendió el papel de alumbre del panecillo en el suelo, justo debajo de mi polla, y colocó el panecillo de rosquilla (abierto) encima. Acto seguido quitó la tapa al líquido viscoso, y comenzó a lamió mi ano una forma a modo de lubricación y me clavó el pepino 25cm hasta el fondo del culo casi sin avisar. Estaba un poco verde pepino y era más bien grandote, en consecuencia era más bien duro. Me dolió bastante, pero lo pude soportar un poco.
-Se arrodilló a mi lado, agarró mi polla por la base, junto al nudo del cordón que seguía sosteniendo Juan, pero sin masturbarme. Sin previo aviso comenzó a meter y sacar el pepino 25cm de mi culo con fuerza y cada vez más rápido. Lo sacaba hasta la puntita, y luego me lo clavaba hasta el fondo haciéndome gemir no sé muy bien si de placer o dolor. Sentía cómo el pepino se iba descomponiendo poco a poco en mi culo a cada penetración. Me lo clavaba con tanta fuerza que al final perdí el control y me acabé meando encima.
-Ella, lejos de detenerse, apuntó mi polla al panecillo de rosquilla para que lo regase bien y me seguía metiendo el pepino 25cm más rápido y más fuerte. Juan me miraba mientras seguía sujetando el cordón.
– De repente mi esposa le dijo: Juan ¡’tira!’ cuerda y pego un tirón al cordón a la vez que mi esposa me metía lo que quedaba de pepino 25cm hasta el fondo extrañas. No pude más y la mezcla de dolor y placer fue tan grande que acabé teniendo una brutal eyaculación encima del panecillo que seguía debajo de mí a pesar de que ni siquiera me habían casi ni tocado la polla. Me temblaban las piernas del increíble orgasmo que acababa de tener y mi polla seguía goteando leche que mi esposa escurría con sus manos, como si me estuviera ordeñando como una vaca, y asegurándose de que hasta la última gota iba a parar al panecillo.
-Me quitó el pepino 25cm del culo y con sus dedos recogió los restos de pepino 25cm que había alrededor de mi ano que, acto seguido me hizo comer. Me hizo sentar en el suelo, y me dijo que me comiera el resto del pepino 25cm que, tras mi larga y profunda masturbación anal, se había reblandecido y guarreado bastante. Mientras me comía el pepino 25cm, ella fue a por su panecillo y envolvió el mío de nuevo con el papel de aluminio. Se partió su panecillo con Juan mientras yo seguía saboreando el pepino 25cm recién salido de mi culo.
-Cuando hube terminado, me dio el panecillo y me dijo que no quería que dejase ni una miga. De repente me di cuenta que estaba en el suelo, cubierto de semen y de orina, comiéndome un panecillo dentro del cual me acababa de correr y cuyo pan estaba reblandecido por mi propia meada, estaba sentado en un charco de barro causado por la meada de mi esposa, mi única ropa era un tanga de color azul claro me tenían atado por los huevos y mi esposa acababa de follar con otro, mientras que yo sólo había eyaculado porqué me habían metido un pepino 25cm en el culo que además me habían obligado a comer después, directo del culo a la boca. Me sentí 100 % humillado, usado, sucio, como una puta barata, o peor… y eso me ponía a 85. Quería un poco más.
Cuando terminamos de comer, Juan que tenia ganas de cógeme por mi orificio, le pregunto mi esposa, – dijo que si pero sin condón, ella empezó a hacerle otra mamada ponerla bien se puso dura inmediatamente, con un movimiento huy rápido me abrieron las piernas entre los dos, Juan se acomodo entre ellas, con las dos manos de mi esposa me abrió las nalgas dejando ante su vista mi entrada que ya la tenía bien roto, con un consolador 22cm y pepino, apareció Juan su miembro erecto, duro, con sus venas hinchadas y palpitando, sus testículos se veían gordos, comenzó a frotarse contra mis nalgas, podía sentir sus manos manoseándome las nalgas y su pene, que comenzaba a pararse, moviéndose entre Juan jugaba con mis nalgas, las acariciaba, las apretaba, deslizaba su mano muy, pero muy suavemente pasando por el medio de ellas, con los dedos casi tocaba la entrada de mi ano, eso me ponía mas que caliente, cuanto mas cerca sentía la piel tibia de esos dedos rozando mi orificio dorado mas loco me ponía, y sin darme cuenta estaba arqueando la cola como para que el dispusiera de ella, Juan se bajo, con sus cuatro manos abrieron mis nalgas y sin mas vueltas Juan, empezó a besar ese agujero que era la puerta de entrada al interior de mi cuerpo, ahora podía sentir sus labios apoyados en los suaves pliegues de piel que formaban la redondez de mi ano, la punta de su lengua me mojaba con saliva y comenzó a hundirse en mi carne tratando de abrir un pequeño hueco, la metía y la sacaba, toda esa parte mía comenzó a latir, lo apretaba tratando de atrapar con el músculo a esa lengua carnosa, y que entrara más adentro, yo gemía por el placer mientras mi esposa me caricias la cabeza que me producía lo que me estaban haciendo.
-Desnudo y de rodillas, como se dice vulgarmente en cuatro patas, Juan se ubico atrás, mi esposa me abrió mis piernas y Juan se arrodillo entre ellas, me tomaba con sus manos de la cintura y apoyaba su cuerpo frotándolo contra el mío, la temperatura de mi piel y la de el iban en aumento, su verga rozaba mis muslos y se metía entre mis piernas, y yo, no movía mis caderas para sentir mis nalgas apoyadas contra su vientre, contra todo ese bulto de carne que buscaba a mi culo, podía sentir hasta su vello púbico rozando mi entrada, con una mano abrió una de
-Mi esposa me abrí bien de piernas, que el miembro de Juan se movía entre mis nalgas, ya estaba apoyada en el agujero y empezaba a entrar, sentía su punta gorda de piel suave pero caliente tratando de abrirse paso, los pliegues de piel que cubrían el músculo redondo de la entrada de mi agujero anal, se abrían y se cerraban al compás de ese músculo gozando a esa carne que trataba de traspasarla, la cabeza de esa verga dura que pugnaba por entrar empujaba despacio esos pliegues y los empezaba a abrir más allá de lo que podían aguantar, como queriéndolos violar, como queriéndolos romper. Mis nalgas y con la otra dirigió su miembro a mi ano.
-Juan seguía prendido con sus manos de mis caderas moviéndose suavemente y balanceando su cuerpo hacia atrás y hacia delante tratando de meter su verga mas adentro, mi de a poco lo fue logrando, a cada embestida suya ese trozo de carne dura se enterraba mas en mi culo, cuando termino de entrar la cabeza, redonda y gorda, mi músculo anal y la piel que lo recubrían se habían estirado tanto que no resistieron, era la primera vez que me entraba algo por ese lugar, no se si me lo rompieron o si simplemente Juan, me lo abrieron y agrandaron, lo cierto es que ese momento me dolió mucho, solté un pequeño grito, y mi esposa Se me monto encima de mi espada, cogiendo Juan comenzaron a besarse en entre dos .
-(A mis 28 años me estaban desvirgando, otro hombre)
-Un rato escucho gemir a Juan y me doy cuenta que se venia Y se paraba en sus embestidas, siento algo caliente mi llena a cavidad anal por completo y muy espeso dentro mi y vino dentro de mi orificio
-Recogimos las cosas y salimos todos desnudos a la playa. Mi esposa llevaba agarrado la cuerda atado cadena con dos pinzas a mi polla, y dos en mis pezones y me guiaba como un perro. Me hizo recorrer así toda la playa…. por suerte, como no hacía mucho calor, era las 4:00 pm tarde sólo había 5 o 3 personas, pero ni siquiera me había podido limpiar la corrida de la cara. Y de mi Orificio que salía esperma de Juan, Más de uno me vio de esa guisa. Me llevaron así hasta el mar para lavarme, un poco arrastrado como un perro, y una vez limpió nos despedimos de Juan y nos fuimos para el coche. – (Me seguía llevando atado).
-Antes de que me vistiera con ropa la limpia, mi esposa me puso de espaldas contra la puerta del coche, se agachó, y comenzó quítame las pinzas de mis tetillas y de pene, y comenzó a comerme la polla hasta que le di su ración de leche que se tragó enterita.
-Luego nos vestimos y nos fuimos para casa ella madejo el carro esta vez.
Mi venganza la contaré en el próximo días es otro relato.
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