Hola, quiero contar como entregué mi vida poco a poco a un chica increíble, guapísima y más inteligente de lo que cualquier esclavo como yo lo podrá ser jamás.
Hace un año, tenía una vida normal con un buen trabajo y una actividad social interesante, tenía sexo a menudo y mis amigos me consideraban uno más, quizá uno mejor, porque yo tenía una vida más libre que la de ellos, ya que yo estaba soltero y ellos no. Ahora mismo, acabo de mentir a mis amigos diciendo que estaba enfermo para ahorrar el dinero de la cena que tenían pendiente para dárselo a una chica increíble de 25 años, así que me he quedado solo en casa, pensativo y con mi aparato de castidad puesto porque ella controla hasta mis orgasmos.
Cualquier que me lea pensará que estoy loco, yo también lo pienso a veces pero, lo mejor es que conozcáis mi historia.
Un día, después de salir de noche, con algunas copas de más y un poco caliente, entré en internet buscando porno pero, no sé cómo, entré en contacto con esta chica y le escribí un correo diciendo que me gustaba mucho. Al rato me fui a la cama sin dar mayor importancia a este encuentro casual, cuando me levanté por la mañana y vi su respuesta empecé a imaginar cómo sería una relación así, todavía no alcanzaba a saber cómo sería mi vida un tiempo después.
En nuestras primeras conversaciones fue rebajándome poco a poco hasta hacerme pensar en ella constantemente pero, aún guardaba esa dignidad que con el tiempo desaparecería…Recuerdo un día que hablando le dije que me tenía que ir, que había quedado con unos amigos para tomar unas cervezas, ella, en cambio, me dijo un sencillo y seco –“no, te quedas aquí, estás castigado, el dinero que ibas a gastar en la cena será para mis próximos zapatos” Mientras esta relación se afianzaba conocí a otra chica y nos pusimos de novios, pensaba que mi vida sexual se normalizaría, pues no, seguía imaginando a mi diosa una y otra vez mientras practicaba sexo normal.
Hace unos meses decidí entregarme por completo, me refiero a entregarme en cuerpo y alma. Desde aquellas, ella, mi dueña, controla a quien veo, qué hago, cómo lo hago y el dinero que me puedo gastar, me quedo en casa días enteros porque intento mejorar y poder entregarle más, no solamente dinero, si no mi vida completa.
Soy un esclavo humillado, cornudo porque ella puede estar con quien quiera, arrastrado porque cuando ella está me arrastrado por el suelo como un gusano, zorra porque he pasado la línea que cualquier hombre teme y mi culo también es de ella, y, por supuesto, financiero, porque sé que yo no merezco ni gastar un euro más de lo que necesite.
Espero que os haya gustado, si queréis conocerla a ella, buscad a dominalucia en Google y encontraréis la felicidad, y si os queréis poner en contacto conmigo, quizá ella quiera alquilarme. Su web es http://dominalucia.com/
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